¿Y si me recetas unas vitaminas?

En los niños, una consecuencia frecuente que conlleva el verano es la disminución del apetito, tanto por el calor que hace como por las vacaciones que aumentan notablemente el tiempo que el niño está con sus padres y a menudo produce una leve falta de disciplina del niño durante las comidas, respecto a la guarderia o al colegio. Todos sabemos la gran angustia que produce en una madre el que el niño coma mal, y los niños que son muy listos, aunque no lo parezcan, también lo saben. Si tengo a mamá pendiente de si como o no, la tendré más tiempo a mi lado, y eso me gusta. Cuando esto se produce, rápidamente se crea una patología, "mi niño no me come" que se cronifica en el tiempo, y se agrava si además los amiguitos o primos del niño son algo gorditos. Entonces la consulta al pediatra no se demorará mucho. El tema se aborda pronto, y además de la siguiente manera: "mi vecina me ha dicho", o "he oido", o "a mi sobrino le dieron unas vitaminas para abri...